domingo, 8 de septiembre de 2013

Feliz cumpleaños ángel mio.


Si hay globos, niños correteando por todas partes, bolas de papel de regalo tiradas bajo la mesa, juguetes con olor a nuevo, papas con cámaras de fotos, un cumpleaños feliz cantado a coro mientras un niño con la cara pringada de chocolate sopla las velas de su tarta mientras pide un deseo, es un cumpleaños feliz. Pero si la casa está en silencio, sin música, ni tarta, ni risa, ni fotos. Si la única vela que brilla es la que unos padres encienden  con la esperanza de que la veas y que no se apagara hasta que sola se consuma porque tú,  la niña del cumple, no  podrás soplarla jamás. Si solo hay un único regalo, un regalo estúpido porque nunca lo veras ni usaras pero aun así se elige con amor, se dedica y se envuelve.   Si el único deseo que se pide ese día es que allá donde estés seas feliz y sepas que te amamos, no es un cumpleaños muy feliz pero hoy hace dos años que naciste, que pudimos abrazarte, que vimos tu hermosa carita y aunque minutos después te perdimos hoy es tu cumple, ángel mío.

Feliz cumpleaños hija. Te amamos muchísimo Nerea y te echamos de menos.
 
Papá y mamá.

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